miércoles, julio 27, 2005

Una mañana en mi antiguo departamento. Retrato al Terror

Bueno, hoy se suponía que tenía un carrete, pero por motivos que no vienen a lugar mencionar no resultó... En el camino a casa me puse a pensar durante un rato de cosas extrañas que me hayan pasado a lo largo de la vida... y claro, me han pasado cosas raras, cuáticas y hasta tontas, pero recordé algo muy puntual ... Aquí vamos...

Tenía cuatros años aproximadamente, edad en la cual uno siente miedo del monstruo que esta debajo de la cama o de la latente noticia de duendes que estaba en boca de todos en ese último tiempo y quizás no sabía discernir entre lo real y lo irreal, pero siempre creeré que esto estuvo mucho más cercano a lo real y no fue una simple alucinación de niño ... Me encontraba en una pequeña habitación la cual tenía un cama de dos plazas y estaba al lado del pasillo y en frente de la ventana, desde aquella cama podía ver tanto hacia fuera como, hacia adentro de la casa ya que también había un espejo que me mostraba lo que estaba pasando en el pasillo...

Como muchos niños de mi edad dormía cubriéndome la cabeza con las ropas de la cama, para no ver como los monstruos pasaban por mi pieza e intentaban comerme como todo niño lo cree... y esa mañana no fue la excepción... No sé si estaba dormido o despierto, pero recuerdo muy bien toda la situación que me envolvió durante esos diez minutos aproximadamente... primero sentía correr el agua de la llave de la cocina, empecé a preguntarme inocentemente que era lo que ocurría, no quería levantarme, pero cada vez sentía más fuerte como el agua chocaba contra el lavamanos... una gota, dos gotas, tres gotas, un pequeño chorro y luego la el agua empezó a caer fuertemente ... junte fuerzas y me levante a cerrar la llave... primero me destape la cara con mucho miedo, esperando no encontrarme con nada que no quisiera ver... lo hice, pero fue aun mayor el miedo cuando miró a través del espejo el pasillo, giraba lentamente mi cara y poco a poco llegaba al espejo esperando no ver nada extraño tampoco y así fue para mi satisfacción no vi nada... Corrí hacia la cocina con el fin de cerrar la llave y llegue sorprendido al ver que la llave estaba completamente cerrada y el lavamanos estaba totalmente seco, me quedé un pequeño momento ahí y sentí un ruido detrás de mí... que será ya no aguanto más esto... realmente estoy asustado, donde estará mi mamá y papá para que me vinieran a salvar y sacar de este lugar ...

Me decidí a dar vuelta la cabeza, solo vi el florero botado en la mesa... y solo atiné a correr para llegar a la pieza y acostarme bajo las tapas de la cama cubriéndome hasta la cabeza, para no ver nada y estar con mi escudo anti- monstruos... llegué a ella y sentí como ese metro de distancia hacia mi pieza se hacia eterno y como escalofríos rodaban mi espalda y como mi pies tocaban el frío suelo de mi casa... Cuando me reposé en la cama y antes miré hacia el espejo, creí ver algo, pero no puedo asegurar si fue real o eran las figuras de yeso que mi madre coleccionaba en casa, pero creo nunca haber jugado antes con ella, ni haber visto a mi madre llegar con esta misma de la feria...

Ya casi mudo, con frío en todo el cuerpo y el terror dominando mi alma me acosté en mi cama y me tape totalmente... y puse mi cabeza bajo una almohada y mi espalda se encontraba mirando hacia el techo... Ya no sentía nada y creí que todo había pasado, pero no sabía que venía lo peor... sentí como algo andaba por la cama y como eso se subía encima de mi, sentía un peso fuerte en mi espalda que me hacia apegarme cada vez más en mi cama... yo ya no sabía que hacer, sentía demasiado miedo con todo lo que pasaba y no podía reaccionar junte fuerzas y me voltee de la posición en que estaba y desafortunadamente la cara me quedo al descubierto y vi algo que a cualquiera lo dejaría helado... Era como un hombrecillo pequeño, muy parecido a los “marcianos” que muestran típicamente en las películas, esos de ojos y cara grandes y con un pequeños cuerpecillo... rápidamente me tapé la cara y no decidí salir de ahí hasta que el peso desapareciera, nuevamente asumí la otra posición con mi mayor esfuerzo y cuando quedé nuevamente de espaldas sentí que el peso desaparecida...

La puerta de afuera sonaba sentía como golpeaban y gritaban mi nombre... sentí la voz de mi papá que me venía buscar para ir a la casa de mi abuela y luego asistir a clases... Salté de la cama rápidamente y fui a abrir la puerta ya más aliviado por la llegaba de él...

Le conté todo lo que sucedió, pero no creyó nada... y simplemente se limitó a decir : “Esas cosas no pasan y para mi que lo soñaste todo” ...

1 comentario:

Anónimo dijo...

chupalo, los duendes soy yo